martes, 22 de enero de 2013

Frágil

Como mi boca al fumar, mi memoria es como la de un pez.
Siempre se me ocurren ideas, temas interesantes para debatir, descubrimientos impresionantes que harían que la vida del ser humano como la conocemos cambie 360 grados, si... así de potente es mi imaginación.
Tomé la micro después de asesinar a dos homosexuales (colas, si de marihuana hueon), robar y tener los primeros síntomas de síndrome katya (cuando solo deseas irte de algún lugar), me senté en el último asiento y me puse a pensar en algo, que no recuerdo, pero que dejó esa sensación de "debo anotarlo ahora!".
Como esa vez que soñé con el secreto de la vida, y se me olvido...
luego lo recordé drogada y se lo conté a alguien más tambien drogado, quien nunca me escucho y me dijo "ah?", y cuando quise repetirle el secreto de la felicidad... ya no estaba.
Se me olvidó.

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